Nacido en la ciudad de Monterrey en el año de 1916, y habiéndose mudado a muy temprana edad junto con su familia a la ciudad de México, Armando Salas Portugal siempre se vio maravillado por los diferentes entornos del paisaje mexicano, siendo este uno de los primeros temas que desarrolló dentro de su trabajo fotográfico.
Armando Salas, tal y como lo han narrado sus familiares, siempre se encontró en la búsqueda de un lenguaje propio de expresión, y que a lo largo de su carrera se ve reflejado en la variedad de colecciones que se han conservado y descubierto.
Sus primeros trabajos de fotografía se basaron en los viajes que realizaba a lo largo del país, y en los cuales buscaba retratar la belleza de los paisajes mexicanos, pero uno de los viajes más importantes fue a las zonas arqueológicas del mundo maya en el sureste de México, en el que llevó a cabo un trabajo de documentación en las zonas de Palenque, Yaxchilán y Tikal mostrando el trabajo arquitectónico, de alfarería y escultura de esta civilización.
Siguiendo la línea de trabajo retratando las diferentes caras del país, Armando Salas también fue pieza fundamental para la construcción visual de la modernidad arquitectónica de México a finales de los años 40. Gracias a sus fotografías fue que se dio a conocer el gran trabajo del arquitecto Luis Barragán, a tal punto de que su trabajo fue utilizado como publicidad que vendía un estilo de vida basada en la arquitectura, tal y como lo demuestran los Jardines del Pedregal.
Pero no fue hasta 1963 cuando comenzó una serie de 30 fotografías, que habían sido desconocidas hasta hace uno cuantos años nombradas por el mismo Armando Salas como «fotografías del pensamiento», y en las que se destaca el hecho de obtener una imagen sin luz; teniendo como premisa la existencia de energía más allá de lo visible y basándose en el contacto de la persona con una película sensible y virgen manteniendo cierto estado de concentración, logrando resultados sorprendentes y que hasta la fecha llega a dividir opiniones sobre su veracidad.
Armando Salas Portugal es uno de los pilares dentro de la historia fotográfica de México, sus paisajes reflejan la riqueza natural que posee nuestro país, la arquitectura que retrató permitió poner en el radar internacional el poder creativo de los mexicanos y sus fotografías de pensamiento permiten abrir la mente hacia algo más allá de lo comprensible.
